Un desayuno espectacular y variado.

Habitación espaciosa, desayuno bien, siempre dispuestos a ayudar con una sonrisa.

Pero claro, encontrarlo es como buscar a Wally en un laberinto. ¡Cuidado con las callejuelas!

La habitación 1001 Nuits es un verdadero cuento, amplia y con un ambiente encantador que hizo nuestra estancia memorable.

El acceso al Riad puede resultar un poco complicado, ya que se encuentra en calles estrechas que pueden parecer un laberinto, especialmente de noche.

El personal fue increíblemente acogedor y

ayudó con todo lo que necesitábamos. Desde el té de bienvenida hasta las recomendaciones de comida local, hicimos un recorrido gourmet. La habitación 1001 Nuits era encantadora, pero el acceso al riad a veces es confuso por las callejuelas.

Tuve una estancia maravillosa en Riad El Filali. Desde que llegué, el personal fue extremadamente atento y servicial. Disfruté de un delicioso desayuno marroquí cada mañana, que me hizo sentir como en casa. Las habitaciones eran amplias y limpias, y me encantó relajarme en la terraza al aire libre después de un día de trabajo. La ubicación era tranquila, perfecta para desconectar del bullicio de la medina.

El acceso al Riad puede ser complicado debido a calles estrechas.

La suite 1001 Nuits es un verdadero cuento, amplia y cómoda, perfecta para descansar después de un día en la medina. El desayuno es rico y conocido por tener esas sorpresas marroquíes que alegran las mañanas.

El agua caliente en la habitación era inestable, lo que resulta incómodo para una buena ducha. Además, el acceso al hotel puede ser complicado por las callejuelas, es fácil perderse, y el servicio de taxi es bastante caro, con 20 euros por un trayecto de 10 minutos.

el riad tiene un exterior bonito pero la ubicación es un caos, lejos de todo y peligroso por la noche. además, el desayuno es un verdadero fiasco, ¡solo pan! esperaba al menos algo más extravagante, y claro, no hubo ningún gesto especial después de tanta incomodidad, lo que demuestra una falta total de atención. casi escribí una buena reseña, pero simplemente no pude.

El personal fue encantador y extremadamente servicial, siempre listos para ayudar y ofrecer recomendaciones útiles sobre la ciudad. La habitación, decorada con esmero, era cómoda y acogedora, ideal para descansar. Sin embargo, llegar al lugar puede ser complicado debido a las estrechas callejuelas, que se sienten un poco laberínticas, especialmente si se llega de noche. Además, el servicio de taxi pudo resultar costoso para trayectos cortos.

Recomendaría para escapar del caos

La bienvenida por parte de las regentes fue excepcional, nos ayudaron con un mapa cuando llegamos y nos dieron recomendaciones de lugares. Además, el desayuno en la patio cada mañana incluía sorpresas marroquíes que hacía cada día especial.

No fue barato, pero aún así aceptable.

Es un lugar encantador con excelente atención al cliente y una experiencia gastronómica muy sabrosa, además de ofrecer un hermoso patio para relajarse.

Experiencia increíble, anfitriones de 10, siempre atentos. Habitación acogedora, desayuno sabrosón y bien servido. La ubicación, aunque un poco escondida, vale la pena por la tranquilidad. Perfecto para desconectar y disfrutar del ambiente.

El Riad es un lugar perfecto y muy cómodo. Khadija y Ahmed son increíbles, siempre dispuestos a ayudar y hacer que la estancia sea placentera. Los desayunos son buenísimos y cenamos una noche allí, fue una excelente decisión. ¡Gracias por todo!

La ubicación es un poco escondida.

Una experiencia mágica en Marrakech

Durante nuestra estancia de 3 noches, disfrutamos de la encantadora 1001 Nuits Suite, donde dormimos cómodamente. Khadija, muy amable, nos guió por la medina y nos ofreció un delicioso desayuno cada mañana. ¡No olviden usar Google Maps para facilitar su camino de regreso!

Tuve una estancia maravillosa en Riad El Filali. Desde el momento en que llegamos, Khadija y Houda nos hicieron sentir como en casa, ofreciéndonos menta y aperitivos. Las habitaciones eran amplias y limpias, y el desayuno variado y delicioso cada mañana. disfrutamos de la tranquilidad en la terraza del techo después de explorar la bulliciosa medina.

Algunas calles son un poco complicadas.